lunes, marzo 04, 2013

Departamento

"Sabrás ocultarme bien y desaparecer entre la niebla..."
Soda Stereo

Se filtraba una luz anaranjada,
recuerdo el cálido suspiro del piso,
las bocinas a punto de estallar...

Una o dos presencias,
en realidad no sé
cómo me hace daño esta carta,
una simple foto rasgada por mi desprecio.

No, no hay nada, nada, nada
aún nada, nada, nada.
Jamás, nunca, ya no,
todo se vino abajo.

Me hace eco la cabeza en el corazón,
es un hueco, es el olvido, es la verdad.

Se murió la chispa, y la canciónsiempre dijo que era adecuada.

Yo, yo ya no sé.

María Fernanda Méndez Aguayo

sábado, febrero 16, 2013

Yo soy


Dos décadas en tiempo y contando.  Siempre percibiendo que el tiempo me rinde aunque comience a obscurecer.

Mujer con las medidas exactas en la sonrisa y el ánimo. De lienzo delicado ante la aguja de los nervios. Miope pero curiosamente observadora.

El latido de dos vertientes  totalmente opuestas, ahora divididas; me dirijo al océano, me he despegado de sus mares.

Risueña por las mañana, creativa por las tardes,  ocurrente en las noches,  una tumba en la madrugada, y sutil todo el santo día.

La fe que se derramó en mi existencia; costumbres y hábitos que me regaló la jocunda infancia y mi equilibrada adolescencia.

El descontrol llegó con el cambio y el cambio causó la locura. He aprendido a equivocarme sin pensar en la soledad. Comprendo que el amor es mucho y me toca repartir las rebanadas del pastel.

Una película con un millón de canciones, fotografías y actores, la principal actriz que a veces se siente doble.

Los cuerdos que disfrutan y no pregunta, también, los locos que aprecian y todo cuestionan.

El blanco turbio de mis pensamientos; el inicio del color sin llegar a la opacidad de lo turbio, pero también esa parte de indecisión de mis ideas, el contraste imperfecto de experiencias.

La que se puso de cabeza para estar en sintonía con el mundo, aunque se le resbale una que otra regla.

María Fernanda Méndez A.

miércoles, enero 09, 2013

Frío

Fuera, lejos, difumina el azul
prefiero obscuridad, no ausencia.

Que él abra los ojos a tu contacto
dile a la luna, cómplice de escape
que sus ojos proyecten luz a mi alma.

Extraño de su voz el viento cálido
y de sus palabras tierno mensaje
no encuentro oxígeno sin su beso.

Si me tocas que sea pretexto para su piel
síntoma de insomnio no tú, su sonrisa
déjame dormir pensando que ya te fuiste.

Mafer MenAg.

miércoles, noviembre 21, 2012

Serenata sin luna


Como cada noche,
en las alas de mi obscuridad;
mi refugio es el cuarto del balcón.

Duermo y sollozo ahí,
el aroma de las rosas del amado
embriagan mi paz.

A lo cerca, un mariachi;
una melodía que interrumpe
mi insomnio y me hace cantar.

Elevado por la curiosidad,
mi cuerpo se desliza hacia el balcón
y observa atónito una serenata.

Pero es cualquier cantar, es cualquier tocar,
 porque en esta noche, aquí… una serenata sin luna.

La luna no está, ya no mas,
no desde aquella noche que
José Alfredo le cantó al oído y se enamoró.

¡Se lo llevó! ¡La luna se ha llevado al gran Jiménez!
 Ahora ninguna serenata sabe a él.

¡Se fueron! Tal vez ya no regresen nunca;
 no importa porque  se fueron juntitos los dos de la mano de Dios.

María Fernanda Méndez Aguayo

Caminos

Simplemente por el gusto de escribir y cuestionar al blanco.

Me prestaron una hoja amplia para pintar, me dieron pinceles, plumas, pinturas, pasteles, acuarelas, crayolas; todo cabía en mi amplio restirador que me hace sentir como toda una profesional.

Pero ¿qué voy a pintar? El mundo tiene una gran gama de colores, formas, texturas e inimaginables contornos imposibles de plasmar; la imaginación siempre me viene de forma espontánea ¿quien dijo que era fácil plasmar los pensamientos? ¿y los sueños? más complicado aún: los sentimientos.

Entonces te pones a pensar cómo sentir, cómo pasar el pulso completamente a tus dedos, dejar vacío el corazón, rellenar la cabeza de negro para que toda la magia del vivir se concentren en un espacio vacío a punto de dar la luz... al color.

¿De qué color pintarías el fondo de tu vida? ¿cómo le darías forma al rostro con el que sueñas? ¿y al sobresalto de tu cuerpo cuando te toca el agua? ¿se podrá colorear la sonrisa de tu mejor amigo? ¿existirá silueta para el abrazo de la familia?

Etc. etc.

Bla bla bla.

Tengo preguntas para cada respuesta que me da el papel, de repente se puede ver que ya me falta sólo enmarcar mi cuadro. ¡¡¡Increíble!!!

Colgando el tan abstracto cuadro en mi habitación, la noche toca el piso del departamento, turbio, siempre termina turbio.

El amanecer se llevó mi pintura, ahora de nuevo a sentarme frente al restirador con mis montones de cuestiones...

Esto no es una pintura, es la vida, es la que te cuelgas cada noche y la que vas creando cada día, es a la que le haces las preguntas cuando tú formas las respuestas. Tal vez suene a disco de César Lozano, pero de vez en cuando a mi blanco turbio le hace bien dejar de ser sólo una realidad que se quiere convertir en utopía.

María Fernanda Méndez Aguayo




martes, noviembre 06, 2012

.aparte

Cuida su corazón como no cuidaste el mío,
respeta su alma como no respetaste la mía,
ve al cielo y vuela por sus sueños.

Yo tengo los pies en la tierra
pero en un mundo de cabeza
¿a quien no se le ha escapado la razón?
sin fin, ni adiós que el cielo es límite.